Si alguna vez has caminado por el centro histórico de Cusco, probablemente te hayas topado con calles que parecen sacadas de una postal. Pero hay una en particular que, en mi experiencia, siempre logra sorprender tanto a viajeros como a locales: la calle Siete Angelitos. Su nombre curioso, su historia envuelta en leyendas y su ubicación privilegiada la convierten en uno de esos rincones que no puedes dejar de explorar si visitas la ciudad imperial.
En este artículo voy a contarte todo lo esencial sobre la Calle Siete Angelitos de Cusco: dónde está exactamente, cómo llegar desde la famosa Plaza de Armas, cuál es su historia y por qué se le llama así. Además, descubrirás sus características arquitectónicas y qué lugares interesantes puedes encontrar en los alrededores. Todo basado en datos reales, experiencias personales y lo que he notado al recorrerla más de una vez. Si tu intención es conocer, caminar y disfrutar del Cusco auténtico, aquí tienes una guía humana y cercana para no perderte uno de sus secretos mejor guardados.
Ubicación de la Calle Siete Angelitos en Cusco
La Calle Siete Angelitos se encuentra en el corazón del tradicional barrio de San Blas, uno de los sectores más antiguos y pintorescos de Cusco. De hecho, está muy cerca de la Plaza San Blas, apenas a unos minutos a pie desde la Plaza de Armas.
Esta calle conecta con otras vías emblemáticas como la Calle Carmen Alto y está rodeada de muros incaicos, casas coloniales y talleres artesanales. En mi opinión, pasear por aquí es sumergirse en la esencia más auténtica del Cusco antiguo. No exagero si digo que cada rincón tiene un aire artístico y bohemio.

La zona es bastante tranquila a pesar de estar cerca del bullicio turístico. La Calle Siete Angelitos suele ser visitada por quienes buscan escapar un poco del tumulto y prefieren rincones más íntimos y cargados de historia.
Punto de referencia | Distancia aproximada |
---|---|
Plaza de Armas | 550 metros (7 minutos a pie) |
Plaza San Blas | 180 metros (2 minutos a pie) |
Calle Carmen Alto | 30 metros (1 minuto a pie) |
¿Cómo llegar a la Calle Siete Angelitos desde la Plaza de Armas?
Llegar a la Calle Siete Angelitos desde el corazón de Cusco es muy sencillo. Personalmente, recomiendo hacerlo caminando para disfrutar de las vistas y el ambiente local. Aquí te explico el recorrido clásico:
- Sal de la Plaza de Armas por la esquina noreste (donde está la calle Triunfo).
- Sigue por la calle Triunfo hasta llegar a la Plazoleta Regocijo, luego continúa recto hacia la calle Hatunrumiyoc (famosa por la piedra de los 12 ángulos).
- Desde allí, sigue avanzando hasta desembocar en la calle Choquechaca.
- Continúa subiendo hasta llegar a la intersección con Carmen Alto.
- A pocos metros verás el ingreso a la Calle Siete Angelitos.
El trayecto toma menos de diez minutos caminando despacio. Eso sí, prepárate para algunas pendientes: San Blas es conocido por sus cuestas empedradas y angostas, pero créeme que vale totalmente el esfuerzo. En mis paseos por esta ruta, siempre me encuentro con músicos callejeros o artistas pintando murales que hacen aún más especial el camino.

Historia de la Calle Siete Angelitos

La historia de esta calle está envuelta en un aire casi mágico. Hay quienes aseguran que fue trazada sobre antiguos caminos incas y que su existencia se remonta al periodo colonial cuando los españoles empezaron a reorganizar la ciudad.
En mi experiencia conversando con vecinos del barrio San Blas, muchos coinciden en que esta calle siempre ha tenido un significado especial para los cusqueños, pues une dos mundos: el pasado indígena y el legado virreinal. Y eso se siente al recorrerla: por un lado, los muros incas; por otro, balcones coloniales y viejas casonas convertidas hoy en galerías o cafés.
¿Por qué se llama Calle Siete Angelitos?
La leyenda más conocida dice que el nombre proviene de una antigua pintura mural que se encontraba en una casona de la calle: mostraba siete angelitos en fila. Según cuentan algunos cronistas locales y guías turísticos, esta imagen habría sido colocada durante el periodo colonial como símbolo protector o devocional.
No existe un documento oficial que precise el origen exacto del nombre, pero el relato se ha transmitido generación tras generación entre los habitantes del barrio. «En mi opinión», me dijo una vez una señora que vive allí desde hace décadas, «esos angelitos nos cuidan desde siempre». Es imposible no sentir cierta mística cuando uno ve las pequeñas figuras talladas o pintadas en algunos portones y ventanas antiguas.
Contexto histórico y periodo colonial
Durante la época colonial, muchas calles recibieron nombres relacionados con elementos religiosos o simbólicos para los españoles. La Calle Siete Angelitos es un claro ejemplo: reflejaba la fuerte influencia cristiana en la vida cotidiana y la tendencia a buscar protección divina en cada rincón del nuevo mundo.
No hay registros detallados sobre eventos históricos puntuales ocurridos aquí, pero sí se sabe que formaba parte del trazado original del barrio San Blas y que era transitada por artesanos y comerciantes desde el siglo XVI. A día de hoy, aún se pueden ver restos de muros incas integrados en las fachadas coloniales, un testimonio vivo del mestizaje arquitectónico típico del Cusco.
Relación entre Calle Siete Angelitos y Siete Diablitos
Cusco es una ciudad llena de historias curiosas y contrastes simbólicos. Un ejemplo perfecto es la relación entre la Calle Siete Angelitos y otra famosa vía llamada «Siete Diablitos», ubicada también en el centro histórico pero hacia otro sector.
No hay pruebas documentales que conecten oficialmente ambas calles, pero según tengo entendido, muchos lugareños consideran que representan dos fuerzas opuestas: lo celestial (los angelitos) y lo travieso o tentador (los diablitos). Es casi como un juego típico cusqueño donde cada rincón tiene su opuesto, su yin y yang local.
- Siete Angelitos: asociada a protección y pureza
- Siete Diablitos: relacionada con historias picarescas y leyendas urbanas
He notado que tanto turistas como cusqueños disfrutan recorriendo ambas para captar esa dualidad tan presente en la cultura andina y cristiana mezcladas. Si te animas a explorar las dos, seguro encuentras detalles sorprendentes en sus paredes y puertas antiguas.
Características arquitectónicas de la calle
Lo primero que salta a la vista al caminar por Siete Angelitos es su estrechez típica de calles coloniales. El piso empedrado irregular obliga a caminar despacio (¡ojo a los zapatos!), lo cual permite fijarse en cada detalle: muros hechos con piedras enormes al estilo incaico, sobre los cuales se levantan casas coloniales con balcones de madera trabajada.
- Muros originales incas integrados en algunas fachadas
- Balcón colonial tradicional cusqueño
- Portones antiguos con detalles tallados
- Ventanas pequeñas con marcos de piedra o madera
- Lámparas coloniales restauradas para iluminar el paso nocturno
Me emociona pensar que muchos edificios han sido restaurados respetando las técnicas originales. No es raro ver talleres artesanales funcionando donde antes hubo viviendas familiares centenarias. Y cada tanto aparecen pequeñas imágenes religiosas –incluyendo angelitos– decorando portales o esquinas.
Lugares de interés en los alrededores
La ubicación estratégica de Siete Angelitos hace que tengas varios puntos interesantes a menos de cinco minutos caminando:
- Plaza San Blas: Centro artístico del barrio; ideal para comprar artesanías o tomar un café.
- Iglesia San Blas: Famosa por su púlpito tallado en madera; una joya del arte colonial.
- Calle Hatunrumiyoc: Aquí puedes ver la célebre piedra de los 12 ángulos, ícono incaico.
- Talleres artesanales: Galerías donde puedes conversar directamente con artistas locales (una vez compré aquí una acuarela preciosa como recuerdo).
- Cafés y restaurantes: Pequeños negocios con encanto; ideales para probar cafés orgánicos o platos tradicionales cusqueños.
Por cierto, si visitas durante las mañanas notarás un ambiente más relajado. Ya hacia el atardecer, todo cobra vida con música callejera y exposiciones espontáneas al aire libre. En mi opinión, no hay mejor forma de conocer el verdadero Cusco que perdiéndose unas horas entre estas calles llenas de arte e historia viva.
Preguntas frecuentes sobre Calle Siete Angelitos
- ¿Se puede visitar a cualquier hora? Sí, es una calle pública sin restricciones horarias, aunque recomiendo ir durante el día para apreciar bien los detalles arquitectónicos.
- ¿Hay visitas guiadas? Algunas agencias turísticas locales incluyen Siete Angelitos en rutas peatonales por San Blas; puedes preguntar directamente en hoteles o centros turísticos cercanos.
- ¿Es segura para caminar solo/a? En general sí; como toda zona turística conviene tomar precauciones normales (no descuidar objetos personales), pero es un área tranquila.
- ¿Qué tan empinada es? Tiene pendiente moderada típica del barrio San Blas; nada extremo pero sí recomendable usar calzado cómodo.
- ¿Puedo tomar fotos libremente? Por supuesto; es uno de los lugares favoritos para fotógrafos urbanos gracias a su luz natural y detalles arquitectónicos únicos.
No pierdas la oportunidad de explorar este rincón especial cuando estés en Cusco. Pasear por la Calle Siete Angelitos es mucho más que caminar: es sumergirse en siglos de historia viva, cultura local y belleza escondida entre piedras milenarias. Si buscas sentirte parte del verdadero Cusco –ese que respira arte e identidad andina– esta pequeña calle te espera con sus leyendas… y quizás algún angelito cuidándote desde lo alto.