Si alguna vez sueñas con presenciar una de las fiestas más vibrantes del Perú, la Festividad de la Virgen del Carmen en Paucartambo es una experiencia que no puedes perderte. Este mágico pueblo cusqueño, ubicado a más de 2,900 m s.n.m., cobra vida cada mes de julio con una explosión de color, música y espiritualidad.
Durante esta celebración, decenas de danzas tradicionales toman las calles, representando no solo la fe hacia la Virgen del Carmen, sino también una mezcla de crítica social, historia y devoción. Cada grupo de danzantes (conocidos como «comparsas») encarna un mensaje simbólico que se ha transmitido de generación en generación.
A continuación, te presento las danzas más emblemáticas que verás si visitas Paucartambo, con una pequeña introducción para que entiendas su origen y su sentido dentro de esta gran fiesta.
Saqra: los traviesos del cielo
Los Saqra son los personajes más traviesos y juguetones de la fiesta. Representan a los demonios que intentan distraer a los fieles del camino espiritual. Con sus trajes llamativos, máscaras grotescas y movimientos ágiles, suben a los techos y balcones, interactúan con el público y aportan un toque de humor a la procesión.

Esta danza mezcla elementos del mundo andino y europeo, reflejando el sincretismo cultural que vive en las fiestas religiosas del Perú.
Qhapaq Qolla: comerciantes y devotos
Esta danza representa a los antiguos comerciantes del altiplano, conocidos como collas. Visten ropa abrigada, máscaras de rostro blanco y llevan llamativos ch’ullus (gorros andinos). Cargan productos, bailan con energía y rinden homenaje a la Virgen del Carmen como agradecimiento por sus éxitos comerciales.

A través de sus pasos, los Qhapaq Qolla nos recuerdan la importancia del trueque, la reciprocidad y el viaje en la vida andina.
Qhapaq Ch’unchu: los guardianes de la selva
Esta danza simboliza a los pueblos de la Amazonía que bajaban a rendir culto a la Mamacha del Carmen. Con sus trajes coloridos, penachos de plumas y movimientos fuertes, los Qhapaq Ch’unchu representan el valor y la pureza de los guerreros selváticos.

Sus pasos marcan el respeto por la naturaleza, los espíritus de la selva y las antiguas alianzas entre pueblos.
Majeño: sátira y alegría
Los Majeños representan a los antiguos comerciantes de vino y aguardiente de Arequipa y Moquegua. Llevan trajes elegantes, pelucas y una botella colgando como símbolo de su negocio. Beben, ríen, y bailan de forma burlona, como una crítica a los excesos y la vanidad del poder económico.

Esta danza mezcla ironía y gozo, recordándote que no todo lo que brilla es oro.
Qhapaq Negro: fe y libertad
El Qhapaq Negro es una de las danzas más sentidas. Representa a los esclavos africanos traídos en la época colonial, quienes, a pesar de sus sufrimientos, muestran una devoción profunda hacia la Virgen. Visten de negro, llevan cadenas simbólicas y entonan cánticos mientras bailan.

Esta danza honra la memoria, la resistencia y el anhelo de justicia para quienes fueron oprimidos.
Auqa Chileno: parodia de la invasión
Los Auqa Chilenos representan al enemigo en la Guerra del Pacífico. Se presentan con trajes exagerados y movimientos torpes, en una especie de sátira patriótica donde el humor sirve como forma de resistencia. Acompañan la procesión simulando lucha, pero siempre terminan vencidos por la fe del pueblo.

Aquí el baile se convierte en una forma de catarsis histórica y orgullo nacional.
Doctores o Siqllas: crítica al poder y la justicia
Los Doctores o también llamados Siqllas representan a los abogados, jueces y figuras del sistema judicial colonial. Se muestran como hombres sabios, pero también corruptos. Su danza combina gestos altivos y teatrales, mientras caminan con libros o documentos en mano.

Esta danza es un reflejo de cómo el pueblo percibe la justicia: sabia, pero también injusta o distante.
Chucchu: la danza de la enfermedad
Los Chucchus encarnan a los enfermos de malaria, enfermedad que afectó a los trabajadores de las minas y la selva. Su danza es temblorosa, agitada, con tos y desmayos simulados. Acompañados por enfermeros y médicos falsos, esta representación denuncia las condiciones duras de los obreros.

A través del cuerpo y la sátira, los Chucchus hablan del dolor humano y la fragilidad de la vida.
Paucartambo: un pueblo que danza su historia
Cada año, entre el 15 y el 18 de julio, el pequeño pueblo de Paucartambo se llena de vida para rendir homenaje a su Mamacha Carmen. Pero más allá de lo religioso, esta fiesta es un testimonio vivo de la historia, las luchas, la identidad y la alegría del pueblo andino.
Si decides venir, no solo estarás presenciando una celebración: estarás viviendo el alma danzante de los Andes.